El draft de la NBA deparó varias sorpresas, algún traspaso y la elección de Usman Garuba en primera ronda, en el puesto 23. El jugador del Real Madrid continuará con su carrera al otro lado del charco en las filas de Houston Rockets, dentro de un draft repleto de calidad y a partir del que se construirá el futuro, a corto, medio y largo plazo de muchas franquicias, así como el del propio Usman, que pese a ser escogido un poco más tarde de lo que decían los mocks –previsiones del draft–, encuentra un escenario ideal para empezar su carrera NBA de inmediato.
De Garuba se especulaba que podía salir a partir del puesto 14 gracias a sus últimas actuaciones con el Real Madrid y su convocatoria con la selección española para disputar los Juegos Olímpicos, pero finalmente, las condiciones del canterano merengue no provocaron la decisión de una franquicia NBA hasta el 23, casi al final de la primera ronda, lo que tiene consecuencias económicas para el jugador.
El ala-pívot se embolsará en torno a cinco millones de dólares brutos y garantizados en un contrato de tres años, por lo que la cláusula de salida acordada previamente con el Real Madrid, que asciende hasta cantidades cercanas a los tres kilos, podrían una importante losa a la hora de cruzar el charco y emprender una nueva aventura en la NBA.
Sin embargo, desde hace semanas tanto Garuba como el Real Madrid cuentan con que sus caminos continuarán por separado. No en vano, en el club le dan por perdido desde hace semanas, y encontraron en Guerschon Yabusele a su sustituto, de primer nivel. El francés tiene un perfil similar al de Usman, que se ha quedado sin sitio dentro de una potentísima rotación en el conjunto blanco.
Garuba-Madrid: caminos por separado
El Madrid ha realizado un desembolso importante si atendemos a los tiempos de pandemia y precariedad económica para reforzar su plantilla y lo ha hecho con el respaldo de las cláusulas. Entre ellas, la de Garuba, que ha servido en previsiones para acometer contrataciones como la del propio Yabusele, Williams-Goss o Poirier. Los blancos pondrán facilidades a un jugador ‘de casa’ para que pague a plazos e incluso se prevé una reducción de la cantidad para mantener sus derechos por si regresa a Europa. Todo como parte de un acuerdo que debe acabar con Usman en la NBA.
Y es que el plano deportivo tira mucho a un jugador ‘enfermo’ con la NBA. Garuba tiene el sueño de triunfar en Estados Unidos y no parará de trabajar para ello. Una mala posición en el draft y una franquicia poco acorde para otorgarle protagonismo eran, combinadas, las únicas taras que podían evitar su marcha inmediata, pero Houston Rockets, joven y en plena reconstrucción, parece el entorno ideal para que se adapte con el ritmo necesario a su nueva competición. Los planes no han cambiado con Garuba, que se despedirá tras los Juegos y hará la maleta rumbo a Estados Unidos.
Un draft de muchos quilates
En el número uno de la elección de promesas de la NBA salió el gran favorito, Cade Cunningham, que jugará a partir de la próxima temporada en los Detroit Pistons. La franquicia de la Motown se encuentra en plena reconstrucción y opta por el alero proveniente de Oklahoma State, un proyecto de dimensiones extraordinarias de cara al futuro y al que más de uno ya compara con Luka Doncic.
Junto a Cunningham completaron el Top5 el jugador proveniente de la G-League, Jalen Green, que jugará en Houston Rockets, Evan Mobley, directo a los Cleveland Cavaliers, Scottie Barnes en los Toronto Raptors y Jalen Suggs, desde ahora propiedad y base titular de Orlando Magic. Entre los europeos, además de Garuba, destaca la elección del turco Alperen Sengun, comparado con Pau Gasol y que jugará en los Rockets junto a Usman y Santi Aldama, otro ‘clon’ de Pau que cerró por sorpresa la primera ronda y comenzará su carrera NBA en la misma franquicia que la leyenda, los Memphis Grizzlies.